Día del Catequista: Testimonien con la vida que ser cristiano nos hace más humanos


21 DE AGOSTO DÍA DEL CATEQUISTA



"Y se armó la fiesta. La vida y el encuentro es fiesta. Acompañar la vida es animarme a encontrar al otro como está, como viene o como lo voy a buscar. Es encuentro y ese encuentro es festivo. Ya lo dijo Jesús: “va a haber mucha fiesta por cada uno de estos que ustedes dejan de lado y se acerca y vuelve a la casa”… encontrarse.

Yo pregunto, entre ustedes catequistas, ¿hay fiesta, hay encuentro; o está el gesto adusto del dedito con un no adelante como la maestra en tiempos de Yrigoyen. ¿Hay eso o hay fiesta, hay encuentro? ¿saben lo que es fiesta o son una momia? Catequistas-momias, una momia anclada solo en verdades, en preceptos; sin ternura, sin capacidad de encuentro.

Yo quisiera que entre ustedes no haya lugar para momias apostólicas, ¡por favor no!, vayan a un museo que van a lucir mejor. Sino que haya corazones que se conmueven con la vida desde donde se la pateen, que saben abrazar la vida y decirle a esa vida quién es Jesús.
Y para que no se equivoquen y momifiquen sus entrañas ”de la mano de María” la Madre de la ternura, acompañemos la vida de la mano de María."

Fragmento de la homilía del Cardenal Jorge Mario Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires, en el Encuentro Arquidiocesano de Catequesis (10 de marzo de 2012).
Fuente: http://www.oleadajoven.org.ar

ORACIÓN DEL CATEQUISTA
Señor Jesús:
Aquí me tienes para servirte
y colocar a tus pies la labor
que estoy desempeñando.

Tú me escogiste para ser catequista,
anunciador de tu Mensaje a los hermanos.
Me siento muy pequeño e ignorante,
soy a menudo inconstante,
pero sé que Tú me necesitas.

Gracias por confiar en mí,
pequeño servidor tuyo.
Estoy pronto a cumplir esta hermosa tarea
con sencillez y modestia, amor y fe.

Quiero ser instrumento tuyo
para despertar en muchos hermanos:
cariño por tu persona
confianza en tus promesas,
deseos de seguirte como discípulo.

Bendice día a día mis esfuerzos;
pon tus palabras en mis labios,
y haz que, en comunión
con mis hermanos,
pueda colaborar
en extender tu Reino.

María, tu que seguiste
siempre con fidelidad
las huellas de tu Hijo,
guíanos por ese mismo camino.
Amén.





BUENOS AIRES, 20 Ago. 16 / (ACI).- El Arzobispo de La Plata en Argentina, Mons. Héctor Aguer, reflexionó sobre la importancia de la catequesis al celebrarse este domingo 21 de agosto el Día del Catequista, en la fiesta del Papa San Pío X, quien dio un gran impulso a esta tarea de la Iglesia.

En su programa “Claves para un Mundo Mejor”, que se emite por canal 9, Mons. Aguer resaltó que “ocuparse de la catequesis hoy es una prioridad de la Iglesia” y “para cumplir con ella necesitamos formar muchos y buenos catequistas”.

“El catequista lo que tiene que hacer es ayudar a los niños y sus familias. Pienso sobre todo en la catequesis de niños –si bien hay también catequesis de adultos– para que reconozcan la realidad del Bautismo y asuman la enseñanza de Jesús como la Verdad”.

El Prelado explicó que la catequesis debe darse también con la propia vida para cambiar la sociedad: “una manera es si los cristianos, imbuidos de ese amor al Señor, con las cosas bien claras porque conocen la verdad, se dedican a difundir esa verdad y a mostrar con el testimonio de su vida que ser cristiano es lo que nos hace más humanos”.

Sobre San Pío X, el Arzobispo resaltó que ese Papa es conocido porque “insistió en que la catequesis debe comenzar temprano, y que la Primera Comunión que solía dejarse para niños de más de 12 años debía adelantarse a los niños desde los 7 años, un poco antes inclusive”.

“Por eso, a partir de las intervenciones de San Pío X, se desarrolló en la Iglesia una acción catequística extraordinaria. Y lo mismo después del Concilio Vaticano II y, hoy, existe en todas partes un movimiento catequístico notable”, continuó.

Luego de explicar que en su Arquidiócesis los niños son preparados en un trienio desde los 7 años, en el que reciben la reconciliación (primer año), la confirmación (segundo año) y la Eucaristía (tercer año); el Prelado indicó que lo tratan de hacer es que los pequeños “no solamente cumplan con lo que llamo (…) el mito de la Única Comunión”.

“Digo la única porque después no aparecen más, tratamos que se inserten por lo menos algunos, los más posibles, en la comunidad parroquial, en la capilla de su barrio y que todos los domingo vayan a misa”, continuó.

“Esto sería muy largo de explicar bien; tiene mucho que ver con la familia, con la cultura vigente y su influjo anticristiano y tiene que ver, también, con la parroquia; ocurrirá si la parroquia es una parroquia viva. Porque no se ha de negar que hay parroquias más muertas que vivas”.

Mons. Aguer reiteró la urgencia de la catequesis en el mundo de hoy y deseó un feliz día a los catequistas.