Corpus Christi: contra la crisis, caridad




Por monseñor Demetrio Fernández, obispo de Tarazona


TARAZONA, sábado, 13 junio 2009 (ZENIT.org).- Publicamos la carta que ha escrito monseñor Demetrio Fernández, obispo de Tarazona, con el título "Corpus Christi: Contra la crisis, caridad".

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La solemne fiesta del Corpus hará recorrer por las calles de nuestros pueblos y ciudades el tesoro más grande que la Iglesia lleva en su seno: el Cuerpo de Cristo, es decir, Cristo vivo y glorioso, que sale al encuentro de cada hombre para ofrecerle los dones de su redención. Se trata de un Amor que nos sale al encentro, ofreciéndonos su amistad gratuitamente. Viene en son de paz, no nos violenta, pulsa suave a la puerta de nuestro corazón. Al que libremente quiera abrirle, le ofrece todos los tesoros de su amor.

"Nosotros somos los que hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído en él" (1Jn 4,16). Si hemos abierto nuestro corazón para acoger su amor, también hemos de amarnos unos a otros. En esto conocerán que somos discípulos de este Maestro que nos ha amado hasta el extremo.

Corpus Christi, día de la caridad fraterna. Desde Cristo y con Cristo, salimos al encuentro de nuestros hermanos necesitados, descubriendo en ellos el rostro de Cristo, que nos dice: "tuve hambre y me diste de comer... Lo que hiciste a uno de estos mis humildes hermanos, a mi me lo hiciste" (Mt 25, 40). Hoy son muchos los que a nuestro alrededor tienen necesidades básicas no cubiertas. Hay gente en nuestro entorno que no tiene para comer, para vestir, para pagar la casa, con todos los problemas que esto lleva consigo y con la angustia que genera. Y se nos anuncia que vienen días aún peores.

La crisis económica está produciendo mucho sufrimiento, que sólo puede enjugarse con más amor. Es el momento de salir al encuentro del hermano, como hace Jesús en la fiesta del Corpus, para preguntar a nuestro hermano, a nuestro vecino, al que vive en nuestro pueblo: ¿en qué puedo yo ayudarte? La crisis económica es una ocasión preciosa para plantearnos en qué gastamos nuestro dinero, cuáles son nuestros valores, cómo estiramos nuestra cartera y nuestro bolsillo para ayudar a quien lo necesite. La crisis económica se nos ofrece como una oportunidad para demostrar hasta dónde llega nuestra solidaridad cristiana.

Constato que en toda la diócesis hay inquietud y movimiento en este sentido. Nuestra diócesis, pobre y pequeña, está haciendo mucho en favor de muchas personas que conviven con nosotros. Una vez más, constato que Dios hace cosas grandes en nosotros, cuando nos ponemos todos en camino, colaborando unos con otros. Aún podemos hacer más. Sed generosos en la colecta de este Día de Caridad, día del Corpus.

Cáritas es el cauce oficial de la comunidad cristiana, para poner en común el fruto de nuestra caridad y, bajo la autoridad del sucesor de los apóstoles, repartir entre los pobres según nuestras posibilidades. Animo a todos los que trabajáis en Cáritas a todos los niveles: parroquial, interparroquial y diocesana, y a todos os agradezco en nombre del Señor la dedicación que tenéis a favor de los pobres. Especialmente en la hora presente.

Tomad algún pellizco de vuestra cuenta corriente, de vuestro sueldo seguro, privaros de algún gasto innecesario, para darlo a Cáritas. El 10% de tus ingresos, o lo que puedas, entrégalo a Cáritas. Esta gran institución de Iglesia con poco hace mucho, porque cuenta con muchos voluntarios, y lo que recibe con una mano, con otra lo reparte entre los necesitados. Dios os lo pagará con creces.

Con mi afecto y bendición:


+ Demetrio Fernández,
obispo de Tarazona