Obra de San Pedro Apóstol




La Obra de San Pedro Apóstol (OSPA) es una Obra Misional Pontificia que busca sensibilizar a todo el Pueblo de Dios sobre la importancia del Clero  Local en los territorios de Misión, e invitarlo a colaborar espiritual y materialmente en la formación de los candidatos al sacerdocio y a la vida consagrada en las Iglesias Misioneras.

La OSPA fue fundada con los siguientes objetivos:

a) utilizar los recursos espirituales, especialmente la oración y el sacrificio, para obtener del «Dueño de la mies que envíe operarios a su mies»[55];

b) sensibilizar al pueblo cristiano acerca de la necesidad del incremento de las vocaciones y de la importancia de la formación del clero local en las Iglesias de los Territorios de Misión, para poder después enviarlos a colaborar en otras Iglesias hermanas[56];

c) contribuir a la promoción del clero en las Iglesias de los Territorios de Misión, sirviéndose incluso de los fondos obtenidos para la creación de becas de estudios, ayudas para pensiones, cuotas y otras donaciones, haciendo así viable la erección y desarrollo de numerosos seminarios mayores, propedéuticos y menores, tanto diocesanos como interdiocesanos;

d) ayudar en la formación de aspirantes a la vida consagrada en las Iglesias de los Territorios de Misión.

Todas las ofrendas obtenidas por la OSPA constituyen el Fondo Universal de Solidaridad de la Obra de San Pedro Apóstol.

(Fuente: Estatutos de las OMP )



Fundada en la ciudad de Caen, en Francia, en 1889, la Obra de San Pedro Apóstol (O.S.P.A.) debe su existencia a la original iniciativa de Juana y Estefanía Bigard. Gracias a la correspondencia que mantenían con diversos misioneros, madre e hija se convencieron de que una comunidad cristiana local no habría podido convertirse plenamente en Iglesia sin un clero autóctono: obispos, sacerdotes y religiosos, los cuales serían capaces, mejor que otros, de dar valor a la riqueza de las tradiciones locales y de predicar el Evangelio en el ámbito de su misma cultura, en el modo más eficaz e incisivo.

Después de haber distribuido sus bienes entre los seminarios de tierras de misión y ofreciendo sus vidas de oración y sacrificio, Juana e Estefanía tuvieron la idea de pedir a otras personas la ofrenda de sus oraciones personales y una ayuda económica para cubrir las necesidades de tantos jóvenes que querían ser sacerdotes, pero que no tenían medios suficientes. Juana Bigard perseveró en su idea y continuó a invitar personas a formar parte de su grupo de sostenedores de la misión. Este grupo se prefijó los siguientes objetivos:

  • Insistir sobre la necesidad de la formación y la instrucción de sacerdotes y religiosos.
  • Contribuir en forma consistente al crecimiento del clero local.
  • Ampliar cada vez más este objetivo, contribuyendo a la formación de aquellos que deseaban ser sacerdotes o religiosos, dando una importancia especial a la formación del clero local.

Debido a su delicada salud Juana Bigard abandonó la responsabilidad de la Obra de San Pedro Apóstol el 22 de enero de 1905. Murió el 28 de abril de 1934 y recibió sepultura junto a su madre Estefanía en el cementerio Montparnasse, en Francia.

En 1920 la sede de la Obra se transfirió a Roma.El pequeño grupo creado por Juana y Estefanía Bigard había crecido y se había difundido por toda Europa y fuera de ésta. Con la aprobación de la Santa Sede fue proclamada Obra Pontificia el 3 de mayo de 1922.

Gracias a la intuición y a la visión de Juana y Estefanía Bigard, muchos Obispos, sacerdotes y religiosos se han beneficiado de la actividad de la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol. Actualmente, la Obra asiste a 884 seminarios en los cuales residen casi 73.000 seminaristas. Estos jóvenes provienen de los cinco continentes: Africa, Asia, América, Oceanía y Europa.