Rosario misionero-Misterios gozosos

Rosario misionero-Misterios luminosos
Rosario misionero-Misterios dolorosos
Rosario misionero-Misterios gozosos
Rosario misionero-Misterios gloriosos



Damos inicio al Santo Rosario.

Nos hacemos la señal de la cruz y nos ponemos en la presencia del señor, Rezamos el Pésame y el Credo.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén 

VEN ESPIRITU SANTO 

Ven Espíritu Santo ven, ven por medio de la dulce y poderosa intercesión del corazón inmaculado de María tu amadísima esposa.

“La vocación universal a la santidad está estrechamente unida a la vocación universal a la misión. Todo fiel está llamado a la santidad y a la misión. (Encíclica Redemptoris Missio). Por el Bautismo todos nosotros cristianos somos Misioneros. En este Rosario misionero somos llamados a vivir concretamente el compromiso apostólico- misionero que brota de nuestro bautismo.
El  “Rosario misionero” es una manera concreta para cumplir con ese deber. Lo ha pensado y organizado, a mediados del siglo XX, un obispo norteamericano, Monseñor Fulton J. Sheen, con el fin de sugerir y brindar un medio muy práctico de orar por las misiones y misioneros (orando somos misioneros pues es un medio de evangelizar).
Ser católico es ser miembro de la iglesia universal. Como católicos no podemos olvidar la solidaridad con todo el cuerpo. Es por eso que oramos por las misiones y una forma de hacerlo es con el rosario misionero.

Es una oración mariana universal y misionera, que consiste en rezar los cinco misterios de cada día teniendo presentes los cinco continentes, pensando en la situación concreta de cada continente desde el punto de vista de la evangelización y de la presencia cristiana. Orando por los misioneros y misioneras, agentes pastorales, y por todos los que aún no conocen la Buena Nueva de la salvación, para que se abran a la luz del Evangelio.

Es una forma de oración que toma como base al Rosario tradicional, en la cual, por intercesión de María, se pide al Padre por las intenciones y necesidades de todo el mundo.

DAREMOS INICIO HACIENDO LA SEÑAL DE LA CRUZ

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos,  líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLES

Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén

ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser vos quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén

ORACION PARA LAS MISIONES

Oh Dios, que admites a los hombres al incomparable honor de asociarlos a Cristo en la obra de la salvación de las almas, dígnate, te suplicamos, multiplicar entre nosotros las vocaciones y las almas verdaderamente apostólicas. Ensancha tu mirada y dilata nuestros corazones, para que por encima de intereses y ambiciones terrenas, aspiremos a triunfos superiores a los de la fuerza, para contribuir todos de esta manera, según nuestros medios, a la extensión del Reino de Jesucristo. Amén.

“La mies es mucha, pero los obreros pocos. Rueguen, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies” (Mt. 9, 37-38)

1 PADRE NUESTRO 

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.

Amén

3 AVEMARÍA

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

GLORIA

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como el Principio, Ahora y siempre, por los Siglos de los Siglos, Amén.-

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MISTERIOS GOZOSOS:

1er MISTERIO GOZOSO – La Encarnación del Hijo de Dios   – “ÁFRICA “

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Envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazareth, a una joven prometida a un hombre de la estirpe de David, llamado José. La joven se llamaba María, a quien saludó diciendo “Dios te Salve María, llena eres de gracia, el Señor está contigo”

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OFRECEMOS ESTE MISTERIO POR EL CONTINENTE AFRICANO

Madre del Señor: de ti aprendió Jesús a descubrir la paternidad de Dios. Intercede pues, por todos los pueblos de ÁFRICA, para experimentando también ellos el amor de Dios Padre, y sintiendo a Jesús como el gran hermano universal, vivan los valores de la fraternidad, la justicia la paz, y la escucha de Jesús, Palabra Eterna del Padre.

En el primer misterio gozoso contemplamos la anunciación del ángel a María y la encarnación del Hijo de Dios.

Pidamos para que la Santísima Virgen siga acompañando la labor de todos los misioneros en África, para que así como el Verbo se encarnó en la humanidad, el mensaje del Evangelio siga inculturándose en tierras africanas y para que surjan grandes evangelizadores entre los mismos africanos.

Madre y Señora de África: te pedimos por el Continente africano. En aquella tierra de inmensas riquezas naturales y humanas, asolada también por muchos y serios problemas, conviven religiones tradicionales, islamismo y fe cristiana. Tu que eres Madre de todos protege especialmente a aquellos que más sufren, y anima el dialogo y a la convivencia fraterna.
Inspira también a la Iglesia de tu Hijo para que Pastores y fieles trabajen por la justicia, la reconciliación y la paz.
Has -Señora- que África siga siendo el Continente de la Esperanza Misionera.

PADRENUESTRO  Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén

10 AVEMARÍA  Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.  Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

GLORIA: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo; Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

JACULATORIA:  
María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia, En la vida y en la muerte ¡ampáranos gran Señora!  ¡Santa María Reina de las Misiones; ruega al Señor Jesús por nosotros!

2º MISTERIO  GOZOSO – La Visita de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel  “AMERICA “

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Unos días después María se puso en camino, a un pueblo de Judea; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto oyó Isabel el saludo de María, la criatura dio un salto en su vientre. Llena del Espíritu Santo, dijo Isabel a voz en grito: ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!

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OFRECEMOS ESTE MISTERIO POR EL CONTINENTE AMERICANO

Intercede por la Iglesia del Continente Americano para que en ella se renueve el prodigio de Pentecostés, y se transforme así en una Iglesia Mesiánica, Pascual y Misionera. Recordamos especialmente en este segundo misterio a nuestro continente Americano, el “continente de la esperanza”, donde se registra el más alto porcentaje de católicos, pero que sufre por la escasez de sacerdotes y poco compromiso de los laicos.

En el segundo misterio gozoso contemplamos la visita de María a su prima Isabel y la santificación del precursor Juan Bautista en el seno de su madre.

En este misterio queremos pedir para que la Virgen María siga visitando nuestros pueblos de América para socorrer nuestras necesidades; pero sobre todo para traemos a su hijo Jesús que es camino, verdad y vida.

América, abre hoy de par en par las puertas de su corazón a Cristo Redentor y pide que cada uno de sus habitantes, sus líderes, sus familias, sus hombres y mujeres; sus jóvenes y niños; sus ancianos y enfermos, en fin, todos sus países y ciudades, y toda la Iglesia de América, experimente en plenitud la fuerza poderosa del Espíritu Santo, que viene a transformar, purificar y arrancar las piedras de nuestros corazones, para darnos corazones nuevos capaces de ser testigos ardientes del amor en este Tercer Milenio.

¡Qué el agua viva que brota de tu Corazón, renueve, alimente, purifique y revitalice al Continente Americano para que cumpla con amor, santidad y responsabilidad, la ardua misión que has puesto en sus manos. Que nuestro Continente, tan amante de la Eucaristía, sea signo luminoso ante el mundo entero del Reinado de tu Corazón: la civilización del amor., del Reinado de tu Corazón!

Por este Misterio Oremos a Dios Padre por nuestro continente de América, para que, siendo conscientes de nuestro ser de bautizados abramos el corazón a la luz de su Palabra y no nos dejemos engañar por las vanidades del mundo y ayudemos a nuestros hermanos para crecer en la fe y juntos podamos hacer un continente más justo, más humano, donde reina la paz y el amor.

Madre del Verdadero Dios por quien se vive, te pedimos por el Continente Americano, tierra en la que conviven la opulencia y pobreza extremas. Tu que en el encuentro con Juan Diego en el Tepeyac entregaste a esta tierra un mensaje liberador y sanador, has de la Iglesia de este continente una Iglesia Misionera, que desde nuestra pobreza compartamos con los mas lejanos el tesoro de nuestra fe.

PADRENUESTRO  Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén

10 AVEMARÍA  Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.  Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

GLORIA: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo; Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

JACULATORIA:
María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia, En la vida y en la muerte ¡ampáranos gran Señora!  ¡Santa María Reina de las Misiones; ruega al Señor Jesús por nosotros!

3er MISTERIO GOZOSO – El Nacimiento del Hijo de Dios en Belén  “EUROPA “

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Por un decreto del emperador Augusto, que imponía un censo en el Imperio, todos iban a inscribirse, cada cual a su pueblo. También José, subió desde Nazareth, a la ciudad de David, llamada Belén, para inscribirse con su esposa María, que estaba encinta. Estando allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz al Hijo, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre.

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OFRECEMOS ESTE MISTERIO POR EL CONTINENTE EUROPEO

En el tercer misterio gozoso contemplamos el nacimiento de Jesús en Belén y el anuncio de la salvación a los pastores y a los reyes magos.

En este misterio pidamos para que la Iglesia europea, que tradicionalmente ha sido evangelizadora, recupere su vitalidad y para que se mantenga abierta a la generación y al intercambio con las iglesias jóvenes.

Europa, el Continente que hasta la fecha más misioneros ha dado, empieza a olvidarse de sus raíces cristianas, a secularizarse y a cerrar sus fronteras por miedo al otro, al diferente. Acompaña a la Iglesia que ahí peregrina para que no cese de anunciar los valores del Reino, para que siga diciendo a todos que la conversión pasa por el servicio a los más pobres, a los migrantes el sur que tocan a sus puertas como última esperanza para seguir viviendo.

Madre de Jesús y Madre nuestra, tu que fuiste la primera en contemplar y anunciar el Misterio del Dios hecho hombre, ayuda a que Europa siga siendo como lo ha sido durante 2 milenios: un Continente cristiano y misionero, que comparta su fe y sus bienes materiales con los hermanos más pobres y alejados, para que Cristo nazca entre ellos.

En este Misterio rezamos por la iglesia en Europa; para que se realice la unidad en un solo Señor; una sola fe y un solo bautismo. Ofrecemos este tercer misterio por Europa, para que retorne a las fuentes de su fe que se ha enfriado con el correr de los siglos. Que asuma su compromiso misionero y sea de nuevo motor impulso del dinamismo misionero.

PADRENUESTRO  Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén

10 AVEMARÍA  Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.  Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

GLORIA: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo; Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

JACULATORIA:
María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia, En la vida y en la muerte ¡ampáranos gran Señora!  ¡Santa María Reina de las Misiones; ruega al Señor Jesús por nosotros!

 

4º MISTERIO GOZOSO – La Presentación del Niño en el Templo “OCEANIA “

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Cuando llegó el tiempo, conforme a la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarlo al Señor  en el Templo .Vivía entonces en Jerusalén Simeón, hombre honrado y piadoso, que aguardaba el consuelo de que no moriría sin ver al Mesías del Señor.

OFRECEMOS ESTE MISTERIO POR EL CONTINENTE DE OCEANIA

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En el cuarto misterio gozoso recordamos cuando Maria y José, al cumplir los cuarenta días del nacimiento del niño Jesús, le llevaron al templo para presentarle al Padre celestial.

En este misterio pidamos por todos los ancianos y ancianas de Oceanía y del mundo, para que haya quien, esté cerca de ellos y los ayude en sus necesidades. Pero sobre todo le pedimos a la Santísima Virgen que ella misma los alivie en los achaques y molestias de la edad y les consiga de Dios poder llegar a conocer a su Hijo Jesús, para su completa y eterna salvación.

Virgen pobre y sencilla, los Evangelios hablan poco de tu presencia en los momentos más importantes de la vida de Jesús, pero nada nos impide pensar que ahí estabas, contemplando y guardando esas cosas en tu corazón. Tú más que nadie experimentaste su verdadera transfiguración; lo viste asumir la pobreza de nuestra carne y alcanzar la Gloria que le correspondía al lado del Padre. Estamos seguros que ahí lo acompañas en un lugar privilegiado, por eso te pedimos que abogues ante El por la Iglesia y los pueblos de OCEANIA, para que también en ellos brille la Gloria de su rostro.

Meditemos en este cuarto misterio la humildad y sencillez de María y José. Y, pidamos al Padre por el continente de Oceanía, para que lleguen a él más misioneros que evangelicen y conozcan la Palabra de Dios y crezca el número de bautizados.

En este Misterio, rezamos por Oceanía; para que los habitantes de las islas; ingresen a la iglesia y adquieran el espíritu misionero. A fin de que sus numerosas razas puedan ser iluminadas y guiadas a la luz del evangelio.

PADRENUESTRO  Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén

10 AVEMARÍA  Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.  Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

GLORIA: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo; Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

JACULATORIA:
María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia, En la vida y en la muerte ¡ampáranos gran Señora!  ¡Santa María Reina de las Misiones; ruega al Señor Jesús por nosotros!

 

5º MISTERIO GOZOSO – El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo  “ASIA “

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Sus padres, subieron al templo en Jerusalén, según la costumbre. Al volver, notaron la ausencia del Niño Jesús que se había quedado sin que ellos lo supieran.
María y José, creyendo que iba en la caravana, se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos. Al no  encontrarlo, volvieron a Jerusalén en su busca. A los tres días lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros y doctores.

OFRECEMOS ESTE MISTERIO POR EL CONTINENTE ASIATICO

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En el quinto misterio gozoso contemplamos a Jesús adolescente de 12 años que subió al templo con sus padres.

Los grandes pueblos de Asia en su prudencia y sabiduría humanos quieren señales extraordinarias que acrediten el mensaje evangélico proclamado por los misioneros. Por otra parte ellos son muy respetuosos y amantes de la naturaleza. Pidamos para que la Madre del verdadero Dios conceda mucha sabiduría a los mensajeros de su Evangelio en Asia. y en la belleza y armonía encuentren caminos que de esas hermosuras conduzcan hacia Jesucristo, Aquél a quien Dios nos envió como único salvador.

Virgen Orante y oferente, tu existencia entera –así lo expresaste en el Magníficat- fue una continua Eucaristía, una acción de gracias al Señor. A través de tus manos entregamos al Padre los pueblos de ASIA, con sus grandezas y sus límites.

Que los misioneros que allá trabajan, encuentren en la Eucaristía la fuerza para llevar adelante su misión, y su vida entera sea como fue la tuya: pan partido y compartido.

El quinto misterio nos lleva a contemplar a Jesús cumpliendo la voluntad del Padre. Pidamos por todo el continente de Asia, para siga habiendo misioneros en todo el mundo y de manera especial por ese continente que vive continuamente en guerra, para que haya paz y reine la armonía y justicia entre todas las naciones.

Recemos este quinto misterio por Asia, para que la virgen María vuelva sus ojos al continente más poblado del mundo, donde los católicos constituyen tan solo el 2% de la población y la Iglesia es perseguida y combatida.  Reciba la santa fe católica.

Virgen misionera, te pedimos por Asia, una de las religiones más grandes de la humanidad, tierra en la que han nacido muchos de los líderes religiosos mas destacados. Que esos hermanos y hermanas nuestros encuentren la plenitud de la Verdad, la Revelación y la salvación, y que la Iglesia de Cristo –numéricamente tan poco relevante- sea como un faro de luz al que miren todos con esperanza.

PADRENUESTRO  Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén

10 AVEMARÍA  Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.  Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

GLORIA: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo; Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

JACULATORIA:
María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia, En la vida y en la muerte ¡ampáranos gran Señora!  ¡Santa María Reina de las Misiones; ruega al Señor Jesús por nosotros!

.- Oraciones Finales:

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3 AVEMARÍA  :

1- Bendícenos oh María, hija del Eterno Padre, no permitas que ofendamos a Dios con pensamientos, en tus manos ponemos nuestra fe para que la aumentes.

Dios te salve María, hija de Dios Padre, llena eres de Gracia, el Señor es contigo, bendita eres  entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

2.  Bendícenos oh María, Madre del Eterno Hijo, no permitas que ofendamos a Dios con palabras, en tus manos ponemos nuestra esperanza para que la alientes.

Dios te salve María, Madre de Dios Hijo, llena eres de Gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

3-  Bendícenos oh María, esposa del Espíritu Santo, no permitas que ofendamos a Dios con obras y deseos, en tus manos ponemos nuestra caridad para que la inflames, nuestras almas para que las salves y nuestras necesidades para que las remedies.

Dios te salve María, esposa del Espíritu Santo, llena eres de Gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Dios te salve María, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen concebida sin la culpa original.

Bendícenos ahora y siempre, oh María, templo y sagrario de la Agustísima Trinidad, Virgen concebida sin la culpa original.

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LA SALVE:
Dios te salve Reina y Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve, a ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea pues, Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre, oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

 

Letanías Misioneras.-  

Señor ten piedad de nosotros.       Señor ten piedad de nosotros.

Cristo, ten piedad de nosotros.      Cristo ten piedad de nosotros.

Señor ten piedad de nosotros.        Señor ten piedad de nosotros.

Cristo, óyenos.                                   Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos.                           Cristo, escúchanos.

Dios, Padre Celestial, que quieres que todos los hombres se salven.    – Ten piedad de nosotros,

Dios, Hijo Redentor del mundo, que sufriste una muerte de cruz por todos – Ten piedad de nosotros.

Dios, Espíritu Santo, que atraes a los hombres al conocimiento de la verdad  – Ten piedad de nosotros.

(Respondemos: Ruega por nosotros)

Santa María, Reina de las misiones

San Pedro

San Pablo

San Francisco Javier

Santa Teresita del Niño Jesús

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Por ÁFRICA:      (Respondemos: Ruega por África)

San Marcos, Ruega por África

San Agustín de Numidia, Ruega por África

Venerable Carlos de Foucauld, Ruega por África

Santos Mártires de Uganda, Ruega por África

Beata Clementina Anuarite. Ruega por África

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Por AMÉRICA:    (Respondemos: Ruega por América)

Santo Hermano Miguel, Ruega por América

Santa Mariana de Jesús. Ruega por América

San Pedro Claver, Ruega por América

San Juan Diego, Ruega por América

San Martín de Porres, Ruega por América

Santa Rosa de Lima, Ruega por América

San Héctor Valdivieso, Ruega por América

Beato Ceferino Namuncurá, Ruega por América

Santos y beatos del nuevo mundo, Ruega por América

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POR EUROPA :   (Respondemos: Ruega por Europa):

San Bonifacio de Alemania, Ruega por Europa

San Agustín de Canterbury, Ruega por Europa

San Patricio de Irlanda, Ruega por Europa

San Leandro de Sevilla, Ruega por Europa

Venerable Paulina Jaricot, Ruega por Europa

Santos y beatos del viejo mundo, Ruega por Europa

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Por OCEANÍA:  (Respondemos: Ruega por Oceanía):

Padre Damián de Molokay, Ruega por Oceanía

San Pedro Chanel, Ruega por Oceanía

María, Estrella del Mar, Ruega por Oceanía

Santos y beatos de las innumerables islas, Ruega por Oceanía

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Por ASIA : (Respondemos: Ruega por Asia):

San Andrés, Ruega por Asia

Santo Tomás, Ruega por Asia

San Juan Brito, Ruega por Asia

Santos Mártires de Corea, Ruega por Asia

Santos y beatos Mártires de China y Japón, Ruega por Asia

 

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, – Perdónanos Señor.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo – Escúchanos Señor.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo- Ten piedad y Misericordia de nosotros.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

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ORACIÓN 

Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de Santa María, la Virgen, líbranos de caer en el odio y la hipocresía. Haznos un vínculo de amor al prójimo e imitar tus enseñanzas para llegar a las alegrías del cielo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN FINAL

Señor, que nos llamas a seguirte como discípulos, vivifica nuestra generosidad, para que  respondamos con amor a tu llamado.

Que cada cristiano, cada Iglesia particular en el mundo entero, viva con radicalidad la misión

ad gentes que Tú le has confiado. Haz que nuestras comunidades cristianas en América “estén contigo”, vivan el misterio de tu Amor, irradien la Luz de tu perdón y de tu misericordia.

Concédenos ser discípulos verdaderos y fieles para llevar tu Evangelio, tal como lo has entregado a tu Iglesia, a todos los pueblos de la tierra. Danos fortaleza para superar las dificultades que como cristianos y misioneros encontraremos. Sabemos que Tú estás siempre con nosotros y que nos envías incesantemente tu Espíritu Santo.

Haznos obedientes a tu mandato de evangelizar, haz que siempre echemos las redes del Evangelio

llenos de gozo y esperanza, sabiendo que el fruto será abundante, pues depende de Ti.  Suscita vocaciones misioneras en tu Iglesia en América, manda sacerdotes, religiosos, religiosas, fieles laicos, familias misioneras, para aquéllos que, dentro y fuera de nuestro Continente, atienden el anuncio de la resurrección de tu Hijo Jesucristo. Te lo pedimos por intercesión  de la Santísima Virgen María, Madre tuya y Madre nuestra.

Con ella te seguimos como discípulos y con ella caminamos hacia todos los pueblos, como discípulos y con ella caminamos hacia todos los pueblos, como misioneros de tu Palabra. AMEN

“Señor, Tú has querido que tu Iglesia sea sacramento de salvación para todos los hombres, a fin de que la obra redentora de Cristo persevere hasta el final de los tiempos; mueve ahora los corazones de tus fieles y concédenos la gracia de sentir que nos llamas con urgencia a trabajar por la salvación del mundo, para que, de todas las naciones, se forme y desarrolle un solo pueblo, una sola familia, consagrada a tu nombre. Por Cristo nuestro Señor. Amén.”

ORACIÓN POR LAS MISIONES Y LAS VOCACIONES:
Oh Padre, tu quieres que todos los pueblos alcancen la salvación, despierta, pues en todo creyente, un nuevo fervor misionero para que Cristo sea testimoniado y anunciado a los que aun no los conocen, por Intercesión de Daniel Comboni, sostén y alienta a los misioneros en su Obra Evangelizadora y sigue suscitando nuevas vocaciones para las Misiones.
Virgen María, Reina de los Apóstoles, que has ofrecido el Verbo encarnado al mundo, dirige la humanidad del nuevo milenio hacia Aquel que es la Luz Verdadera que ilumina a todo viviente, y has de nosotros unos fervientes colaboradores suyos. Amén.

Ave María Purísima, Sin pecado concebida.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen