Rosario misionero-Misterios dolorosos
Rosario misionero-Misterios gozosos
Rosario misionero-Misterios gloriosos
Damos inicio al Santo Rosario.
Nos hacemos la señal de la cruz y nos ponemos en la presencia del señor, Rezamos el Pésame y el Credo.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén
VEN ESPIRITU SANTO
Ven Espíritu Santo ven, ven por medio de la dulce y poderosa intercesión del corazón inmaculado de María tu amadísima esposa.
“La vocación universal a la santidad está estrechamente unida a la vocación universal a la misión. Todo fiel está llamado a la santidad y a la misión. (Encíclica Redemptoris Missio). Por el Bautismo todos nosotros cristianos somos Misioneros. En este Rosario misionero somos llamados a vivir concretamente el compromiso apostólico- misionero que brota de nuestro bautismo.
El “Rosario
misionero” es una manera concreta para cumplir con ese deber. Lo ha
pensado y organizado, a mediados del siglo XX, un obispo norteamericano,
Monseñor Fulton J. Sheen, con el fin de sugerir y brindar un medio muy
práctico de orar por las misiones y misioneros (orando somos misioneros
pues es un medio de evangelizar).
Ser católico es ser miembro de la iglesia universal. Como católicos no
podemos olvidar la solidaridad con todo el cuerpo. Es por eso que oramos
por las misiones y una forma de hacerlo es con el rosario misionero.
Es una oración mariana universal y misionera, que consiste en rezar los cinco misterios de cada día teniendo presentes los cinco continentes, pensando en la situación concreta de cada continente desde el punto de vista de la evangelización y de la presencia cristiana. Orando por los misioneros y misioneras, agentes pastorales, y por todos los que aún no conocen la Buena Nueva de la salvación, para que se abran a la luz del Evangelio.
Es una forma de oración que toma como base al Rosario tradicional, en la cual, por intercesión de María, se pide al Padre por las intenciones y necesidades de todo el mundo.
DAREMOS INICIO HACIENDO LA SEÑAL DE LA CRUZ
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLES
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser vos quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén
ORACION PARA LAS MISIONES
Oh Dios, que admites a los hombres al incomparable honor de asociarlos a Cristo en la obra de la salvación de las almas, dígnate, te suplicamos, multiplicar entre nosotros las vocaciones y las almas verdaderamente apostólicas. Ensancha tu mirada y dilata nuestros corazones, para que por encima de intereses y ambiciones terrenas, aspiremos a triunfos superiores a los de la fuerza, para contribuir todos de esta manera, según nuestros medios, a la extensión del Reino de Jesucristo. Amén.
“La mies es mucha, pero los obreros pocos. Rueguen, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies” (Mt. 9, 37-38)
1 PADRE NUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Amén
3 AVEMARÍA
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
GLORIA
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como el Principio, Ahora y siempre, por los Siglos de los Siglos, Amén.-
MISTERIOS LUMINOSOS
Jueves
PRIMER MISTERIO
En el primer misterio de luz contemplamos el bautismo de Jesucristo en el río Jordán.
OFRECEMOS ESTE MISTERIO POR EL CONTINENTE AFRICANO
Pidamos por el pueblo africano, para que al igual que en el Jordán, escuche la voz de Dios que también a él le dice, en medio del sufrimiento provocado por el hambre, las continuas guerras y las desigualdades raciales, “Este es mi hijo muy amado”, y para que surjan grandes evangelizadores entre los mismos africanos.
Los esfuerzos y la sangre de muchos misioneros, han ciertamente traído muchos frutos.
En muchas
regiones de África la semilla del Evangelio ha sido generosamente
sembrada y hoy florecen prometedoras comunidades cristianas.
Sin embargo, existe todavía mucho por hacer. Se necesitan más misioneros
con un espíritu nuevo. Urge un esfuerzo mejor coordinado y todavía se
requiere tanto sacrificio.
Las
dificultades también han aumentado. En algunos países se expulsa a los
misionero, se secuestran, se cometen homicidios y en otros no se les da
el permiso de entrada. Los cristianos son recriminados o perseguidos a
causa de su fe.
El mundo cultural y religioso de África busca su expresión propia de vivir el Evangelio. El
Cristo con rostro africano se vislumbra en medio de hermosas iniciativas y de dolorosos
conflictos Madre del Señor: de ti aprendió Jesús a descubrir la paternidad de Dios. Intercede pues, por todos los pueblos de ÁFRICA, para
experimentando también ellos el amor de Dios Padre, y sintiendo a Jesús
como el gran hermano universal, vivan los valores de la fraternidad, la
justicia la paz, y la escucha de Jesús, Palabra Eterna del Padre.
PADRENUESTRO Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
GLORIA: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo; Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
JACULATORIA:
María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia, En la vida y en la muerte
¡ampáranos gran Señora! ¡Santa María Reina de las Misiones; ruega al
Señor Jesús por Africa !
SEGUNDO MISTERIO
En el segundo misterio de luz contemplamos el comienzo de los signos milagrosos de Jesús en las bodas de Caná.
OFRECEMOS ESTE MISTERIO POR EL CONTINENTE AMERICANO
Pedimos por nuestro pueblo Americano, para que Jesús se nos siga manifestando como lo hizo en las bodas de Caná, y para que nosotros sepamos obedecer el consejo de María que nos dice: “Hagan lo que El les diga”.
Continente de enormes contrastes y de grandes esperanzas. En ésta tierra miles de
misioneros entregaron su vida. Sin embargo, hoy existen lugares
necesitados de una primera evangelización. Y dondequiera urge una mayor
adhesión al Evangelio. Miles de católicos aparecen sólo en las
estadísticas pero han apartado su vida de todo compromiso cristiano.
Grupos numerosos sumergidos en la ignorancia o en la superstición. Subculturas
frecuentemente marginadas y oprimidas: los indígenas y las personas de
color. Los más pobres entre los pobres, con un mínimo de sacerdotes y
religiosos trabajando entre ellos.
Gracias a tu solícita intercesión de Madre, Jesús realizó su primer Milagro: la transformación del agua en vino, signo y anuncio de la llegada del Espíritu. También intercede por la Iglesia del Continente Americano para que en ella se renueve el prodigio de Pentecostés, y se transforme así en una Iglesia Mesiánica, Pascual y Misionera.
PADRENUESTRO Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
GLORIA: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo; Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
JACULATORIA:
María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia, En la vida y en la muerte
¡ampáranos gran Señora! ¡Santa María Reina de las Misiones; ruega al
Señor Jesús por America!
TERCER MISTERIO
En el tercer misterio de luz contemplamos la Predicación con la cual Jesús anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversión
OFRECEMOS ESTE MISTERIO POR EL CONTINENTE EUROPEO
En este misterio pidamos a Dios que suscite en la Iglesia europea valientes misioneros que prediquen y anuncien el Reino de Dios, invitando a la conversión, como lo hizo Jesucristo
Europa, el Continente que hasta la fecha más misioneros ha dado, empieza a olvidarse de sus raíces cristianas, a secularizarse y a cerrar sus fronteras por miedo al otro, al diferente. Acompaña a la Iglesia que ahí peregrina para que no cese de anunciar los valores del Reino, para que siga diciendo a todos que la conversión pasa por el servicio a los más pobres, a los migrantes el sur que tocan a sus puertas como última esperanza para seguir viviendo.
En la persona de Jesús , Dios toma la iniciativa de la reconciliación y el ofrecimiento de su amor y de su perdón; es necesario que el hombre consienta en volver a Dios y emprenda el camino de la santidad.
El
viejo continente donde se han cuajado tantos siglos del cristianismo.
Y, sin embargo, aún necesitado de anuncio evangélico. Lugar que acoge la
figura blanca del Papa, signo de unidad y de caridad entre las
Iglesias.
Juventud que busca, con su misma protesta, una manera más auténtica de profesar su fe y su confianza en Jesucristo.
Países que ven disminuir el número de vocaciones y que aceptan el desafío secularista sin menguar su compromiso cristiano.
Católicos de Europa que creían haber dado demasiado y que ahora se dan cuenta que deben todavía volverse misioneros.
Ofrecemos este tercer misterio por Europa, para que retorne a las fuentes de su fe que se ha enfriado con el correr de los siglos. Que asuma su compromiso misionero y sea de nuevo motor impulso del dinamismo misionero.
PADRENUESTRO Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
GLORIA: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo; Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
JACULATORIA:
María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia, En la vida y en la muerte
¡ampáranos gran Señora! ¡Santa María Reina de las Misiones; ruega al
Señor Jesús por Europa!
CUARTO MISTERIO
En el cuartomisterio de luz contemplamos la Transfiguración de Jesús que, según la tradición tuvo lugar en el Monte Tabor.
OFRECEMOS ESTE MISTERIO POR EL CONTINENTE OCEANICO
Pidamos en este misterio para que a todos los hombres de Oceanía se manifieste la gloria de Jesucristo para que lleguen a contemplar su rostro y a encontrarse personalmente con El y a exclamar como Pedro: ¡Señor, qué bien estamos aquí!
Virgen pobre y sencilla, los Evangelios hablan poco de tu presencia en los momentos más importantes de la vida de Jesús, pero nada nos impide pensar que ahí estabas, contemplando y guardando esas cosas en tu corazón.
Tú más que nadie experimentaste su verdadera transfiguración; lo viste asumir la pobreza de nuestra carne y alcanzar la Gloria que le correspondía al lado del Padre. Estamos seguros que ahí lo acompañas en un lugar privilegiado, por eso te pedimos que abogues ante El por la Iglesia y los pueblos de OCEANIA, para que también en ellos brille la Gloria de su rostro.
Ofrecemos este cuarto misterio por el lejano y pequeño universo de islas que se llama Oceanía, a fin de que sus numerosas razas puedan ser iluminadas y guiadas a la luz del evangelio.
PADRENUESTRO Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
GLORIA: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo; Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
JACULATORIA:
María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia, En la vida y en la muerte
¡ampáranos gran Señora! ¡Santa María Reina de las Misiones; ruega al
Señor Jesús por Oceania!
QUINTO MISTERIO
En el quinto misterio de luz contemplamos la institución de la Eucaristía, en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino, dando testimonio de su amor por la humanidad “hasta el extremo”
OFRECEMOS ESTE MISTERIO POR EL CONTINENTE ASIATICO
Pidamos en este misterio a Jesucristo, que quiso entregarse como alimento espiritual, que también proporcione el alimento material a los millones de hombres, mujeres y niños que padecen el hambre atroz y la miseria extrema en el continente más poblado del mundo.
Virgen
Orante y oferente, tu existencia entera –así lo expresaste en el
Magnificat- fue una continua Eucaristía, una acción de gracias al Señor.
A través de tus manos entregamos al Padre los pueblos de ASIA, con
sus grandezas y sus límites. Que los misioneros que allá trabajan,
encuentren en la Eucaristía la fuerza para llevar adelante su misión, y
su vida entera sea como fue la tuya: pan partido y compartido.
Recemos este quinto misterio por Asia, para que la virgen María vuelva sus ojos al continente más poblado del mundo, donde los católicos constituyen tan solo el 2% de la población y la Iglesia es perseguida y combatida.
PADRENUESTRO Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
GLORIA: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo; Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
JACULATORIA:
María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia, En la vida y en la muerte
¡ampáranos gran Señora! ¡Santa María Reina de las Misiones; ruega al
Señor Jesús por Asia!
.- Oraciones Finales:
3 AVEMARÍA :
1- Bendícenos oh María, hija del Eterno Padre, no permitas que ofendamos a Dios con pensamientos, en tus manos ponemos nuestra fe para que la aumentes.
Dios te salve María, hija de Dios Padre, llena eres de Gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
2. Bendícenos oh María, Madre del Eterno Hijo, no permitas que ofendamos a Dios con palabras, en tus manos ponemos nuestra esperanza para que la alientes.
Dios te salve María, Madre de Dios Hijo, llena eres de Gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
3- Bendícenos oh María, esposa del Espíritu Santo, no permitas que ofendamos a Dios con obras y deseos, en tus manos ponemos nuestra caridad para que la inflames, nuestras almas para que las salves y nuestras necesidades para que las remedies.
Dios te salve María, esposa del Espíritu Santo, llena eres de Gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen concebida sin la culpa original.
Bendícenos ahora y siempre, oh María, templo y sagrario de la Agustísima Trinidad, Virgen concebida sin la culpa original.
LA SALVE:
Dios te salve Reina y Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza
nuestra. Dios te salve, a ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a ti
suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea pues,
Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu
vientre, oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María. Ruega por
nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Letanías Misioneras.-
Señor ten piedad de nosotros. Señor ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros. Cristo ten piedad de nosotros.
Señor ten piedad de nosotros. Señor ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.
Dios, Padre Celestial, que quieres que todos los hombres se salven. – Ten piedad de nosotros,
Dios, Hijo Redentor del mundo, que sufriste una muerte de cruz por todos – Ten piedad de nosotros.
Dios, Espíritu Santo, que atraes a los hombres al conocimiento de la verdad – Ten piedad de nosotros.
(Respondemos: Ruega por nosotros)
Santa María, Reina de las misiones
San Pedro
San Pablo
San Francisco Javier
Santa Teresita del Niño Jesús
Por ÁFRICA: (Respondemos: Ruega por África)
San Marcos, Ruega por África
San Agustín de Numidia, Ruega por África
Venerable Carlos de Foucauld, Ruega por África
Santos Mártires de Uganda, Ruega por África
San Daniel Comboni ,Ruega por Africa
Beata Clementina Anuarite. Ruega por África
Por AMÉRICA: (Respondemos: Ruega por América)
Santo Hermano Miguel, Ruega por América
Santa Mariana de Jesús. Ruega por América
San Pedro Claver, Ruega por América
San Juan Diego, Ruega por América
San Martín de Porres, Ruega por América
Santa Rosa de Lima, Ruega por América
San Héctor Valdivieso, Ruega por América
Beato Ceferino Namuncurá, Ruega por América
Santo y Hno Pedro de Bethancurt ,Ruega por America
Santos y beatos del nuevo mundo, Ruega por América
POR EUROPA : (Respondemos: Ruega por Europa):
San Bonifacio de Alemania, Ruega por Europa
San Agustín de Canterbury, Ruega por Europa
San Patricio de Irlanda, Ruega por Europa
San Leandro de Sevilla, Ruega por Europa
Venerable Paulina Jaricot, Ruega por Europa
San Cristian Rey de Dinamarca, Ruega por Europa
Santos y beatos del viejo mundo, Ruega por Europa
Por OCEANÍA: (Respondemos: Ruega por Oceanía):
Padre Damián de Molokay, Ruega por Oceanía
San Pedro Chanel, Ruega por Oceanía
María, Estrella del Mar, Ruega por Oceanía
Santos y beatos de las innumerables islas, Ruega por Oceanía
Por ASIA : (Respondemos: Ruega por Asia):
San Andrés, Ruega por Asia
Santo Tomás, Ruega por Asia
San Juan Brito, Ruega por Asia
Santos Mártires de Corea, Ruega por Asia
Santos y beatos Mártires de China y Japón, Ruega por Asia
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, – Perdónanos Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo – Escúchanos Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo- Ten piedad y Misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.
ORACIÓN
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de Santa María, la Virgen, líbranos de caer en el odio y la hipocresía. Haznos un vínculo de amor al prójimo e imitar tus enseñanzas para llegar a las alegrías del cielo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
ORACIÓN FINAL
Señor, que nos llamas a seguirte como discípulos, vivifica nuestra generosidad, para que respondamos con amor a tu llamado.
Que cada cristiano, cada Iglesia particular en el mundo entero, viva con radicalidad la misión de evangelizas a las gentes que Tú le has confiado. Haz que nuestras comunidades cristianas en el mundo “estén contigo”, vivan el misterio de tu Amor, irradien la Luz de tu perdón y de tu misericordia.
Concédenos ser discípulos verdaderos y fieles para llevar tu Evangelio, tal como lo has entregado a tu Iglesia, a todos los pueblos de la tierra. Danos fortaleza para superar las dificultades que como cristianos y misioneros encontraremos. Sabemos que Tú estás siempre con nosotros y que nos envías incesantemente tu Espíritu Santo.
Haznos obedientes a tu mandato de evangelizar, haz que siempre echemos las redes del Evangelio
llenos de gozo y esperanza, sabiendo que el fruto será abundante, pues depende de Ti. Suscita vocaciones misioneras en tu Iglesia en el mundo, manda sacerdotes, religiosos, religiosas, fieles laicos, familias misioneras, para aquéllos que, dentro y fuera de nuestro Continente, atienden el anuncio de la resurrección de tu Hijo Jesucristo.
Te lo pedimos por intercesión de la Santísima Virgen María, Madre tuya y Madre nuestra.Con ella te seguimos como discípulos y con ella caminamos hacia todos los pueblos, como discípulos y con ella caminamos hacia todos los pueblos, como misioneros de tu Palabra. AMEN
“Señor, Tú has querido que tu Iglesia sea sacramento de salvación para todos los hombres, a fin de que la obra redentora de Cristo persevere hasta el final de los tiempos; mueve ahora los corazones de tus fieles y concédenos la gracia de sentir que nos llamas con urgencia a trabajar por la salvación del mundo, para que, de todas las naciones, se forme y desarrolle un solo pueblo, una sola familia, consagrada a tu nombre. Por Cristo nuestro Señor. Amén.”
ORACIÓN POR LAS MISIONES Y LAS VOCACIONES:
Oh Padre, tu quieres que todos los pueblos alcancen la salvación,
despierta, pues en todo creyente, un nuevo fervor misionero para que
Cristo sea testimoniado y anunciado a los que aun no los conocen, por
Intercesión de Daniel Comboni, sostén y alienta a los misioneros en su
Obra Evangelizadora y sigue suscitando nuevas vocaciones para las
Misiones.
Virgen María, Reina de los Apóstoles, que has ofrecido el Verbo
encarnado al mundo, dirige la humanidad del nuevo milenio hacia Aquel
que es la Luz Verdadera que ilumina a todo viviente, y has de nosotros
unos fervientes colaboradores suyos. Amén.
Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios, no desprecies las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen