“La Obra Pontificia de Propagación de la Fe despliega su actividad a lo largo de todo el año, pero con mayor intensidad durante el mes de octubre. Este debe ser considerado en todos los países como el Mes de las Misiones, del que el penúltimo domingo, denominado Jornada Mundial de las Misiones, es su momento culminante” (Estatuto de las Obras Misionales Pontificias, art. 7).
En octubre la Iglesia Católica celebra las Misiones, puesto que fue en este mes, que se descubrió el continente Americano, abriendo así una nueva página en la historia de la Evangelización. Este debe ser considerado en todos los países como el mes de la misión universal. Durante este mes, se intensifica la animación misionera, uniéndonos todos en oración, sacrificio, dando aportes económicos y concientizándonos de la necesidad de más vocaciones misionero, a fin de que el evangelio se proclame a todos los hombres.
El penúltimo domingo de Octubre, proclamado Jornada Mundial de las Misiones o también conocido como el Domingo Mundial de las Misiones; (DOMUND) constituye el punto culminante de este mes. Este próximo 20 de octubre de 2013, en todas las Iglesias locales, se celebrará como fiesta de la catolicidad y de solidaridad universal.
Para unirnos de mejor manera a esta celebración, se propone que cada semana la dediquemos a una tarea misionera específica, y que día a día nos ayudan a ser misioneros desde nuestra propia vida en el lugar donde nos encontremos; al mismo tiempo estas tareas buscamos nos ayuden a vivir como una gran Iglesia donde todos nos esforzamos por ser verdaderos discípulos y misioneros de Cristo.
Proponemos que lo vivamos de la siguiente manera:
1.ª Semana: ORACIÓN (Oremos por las Misiones)< En esta semana debemos promover entre los miembros de la Iglesia, orar constantemente para dar gracias a Dios por el don de la fe, así como para pedir al dueño de la mies que envíe operarios a su mies, y que el anuncio de la Buena Noticia llegue a todos los pueblos
Conviene llevar estas intenciones tanto a la oración personal como a la comunitaria, comenzando por la participación en la Eucaristía, y sin olvidar el rezo del Rosario Misionero, las vigilias de oración, hora santa misioneras y otras posibles celebraciones litúrgicas de carácter misionero que podamos preparar.
«La oración que se eleva a Dios desde toda la Iglesia es un eficaz medio para que la Palabra de Dios se propague y sea glorificada. Ella es, por sí misma, animación misionera. Esta oración tendrá su expresión concreta y simple en el rezo del Santo Rosario» (Cardenal Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.)
2.ª Semana: SACRIFICIO (Ofrezcamos un sacrificio a Dios por las Misiones)
Valorar la dimensión redentora y salvífica del sacrificio y del sufrimiento es el principal objetivo de esta semana. Así, se nos mueve a unir a la cruz de Cristo y ofrecer por la evangelización del mundo nuestras obras de penitencia y la aceptación de nuestros dolores. En este camino también se nos invita a contemplar la vida de Jesús, a conocer y valorar la vida de sacrificio y entrega de los misioneros, y a amar y cuidar a los enfermos, acompañándoles y ayudándoles a ver su enfermedad como una oportunidad de unirse a los dolores de Cristo en la Cruz y ofrécelos por la evangelización del mundo entero.
«El punto central del anuncio sigue siendo el mismo: el Kerigma de Cristo muerto y resucitado para la salvación del mundo, el Kerigma del amor de Dios, absoluto y total para cada hombre y para cada mujer, que culmina en el envío del Hijo eterno y unigénito, el Señor Jesús, quien no rehusó compartir la pobreza de nuestra naturaleza humana, amándola y rescatándola del pecado y de la muerte mediante el ofrecimiento de sí mismo en la cruz.» (Papa Benedicto XVI)
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3.ª Semana: COOPERACION MISIONERA (Colaboremos con las misiones)
Esta semana se orienta a implicarnos en la cooperación económica con las misiones. Para ello es preciso informarnos sobre las necesidades en medio de las cuales viven y desarrollan su labor los misioneros, y sentir como nuestras esas urgencias, entregando en beneficio de las misiones una desprendida aportación económica. Se nos anima a compartir los bienes con quienes carecen de ellos, a la vez que se nos estimula a compartir la vida como voluntarios en tareas y acciones que ayuden a los más necesitados.
«“a pesar de nuestras dificultades económicas”, debemos dar generosamente en esta Jornada Misionera, y así podremos, como una familia en misión, continuar a alcanzar, a través de “la oración, la meditación de la Palabra de Dios, y el estudio de las verdades de la fe” una conciencia real del amor incondicional de Dios por todos nosotros, como hermanos y hermanas». P. Timothy Lehane Barrett svd, Secretario General de la Obra Pontificia para la Propagación de la Fe.
4.ª Semana: VOCACIÓN MISIONERA (Oremos por mas vocaciones misioneras)
El objetivo de esta semana es suscitar entre todos nosotros la apertura para escuchar la voz de Dios, que llama y envía a la misión. Para ello se recomienda participar en actividades de formación misionera, celebrar algún encuentro con misioneros, estar atentos y disponibles a la llamada de Dios, y mantener vivo el interés por las necesidades de la Iglesia a la hora de llevar al mundo el mensaje de Salvación. La animación misionera nos ayuda a comprometernos a ser instrumentos de unidad y de amor y a estar receptivos a la posible vocación misionera.
«Hago un llamamiento a todos aquellos que sienten la llamada a responder con generosidad a la voz del Espíritu Santo, según su estado de vida, y a no tener miedo de ser generosos con el Señor. Invito también a los obispos, las familias religiosas, las comunidades y todas las agregaciones cristianas a sostener, con visión de futuro y discernimiento atento, la llamada misionera ad gentes y a ayudar a las iglesias que necesitan sacerdotes, religiosos y religiosas y laicos para fortalecer la comunidad cristiana». (Papa Francisco)<