Imágenes de Transfiguración de Jesús
Imágenes de Transfiguración de Jesús
Rec. Catequésis Transfiguración del Señor
La solemnidad de la Transfiguración nace, probablemente, de la conmemoración anual de la dedicación de una basílica en honor a este misterio que se levantó en el Monte Tabor. En el siglo IX la fiesta se introdujo en Occidente y más tarde, durante los siglos XI y XII, comenzó a celebrarse también en Roma, en la basílica vaticana. Fue incorporada al Calendario romano por el Papa Calixto III (1457) en agradecimiento por la victoria de las tropas cristianas frente a los turcos en la batalla de Belgrado, el 6 de agosto de 1456.
En el Oriente cristiano la Transfiguración de nuestro Dios y Salvador Jesucristo es una de las solemnidades más grandes del año, junto con la Pascua, la Navidad y la Exaltación de la Santa Cruz.
En ella se expresa toda la teología de la divinización mediante la gracia, de la naturaleza humana que, revistiéndose de Cristo, es iluminada por el esplendor de la gloria de Dios. Unidos a Jesús, señala el oficio de lecturas del rito romano, «brillaremos con nuestra mirada espiritualizada, renovados en cierta manera en los trazos de nuestra alma, hechos conformes a su imagen»[1]
Con Pedro, Santiago y Juan, en esta fiesta se nos invita a poner a Jesús en el centro de nuestra atención: «Éste es mi Hijo, el Amado, en quien me he complacido: escuchadle»[2]. Hemos de oírlo, y dejar que su vida y enseñanzas divinicen nuestra vida ordinaria.
Con Pedro, Santiago y Juan, en esta fiesta se nos invita a poner a Jesús en el centro de nuestra atención: «Éste es mi Hijo, el Amado, en quien me he complacido: escuchadle»[2]. Hemos de oírlo, y dejar que su vida y enseñanzas divinicen nuestra vida ordinaria.
Así rezaba san Josemaría: «Señor nuestro, aquí nos tienes dispuestos a escuchar cuanto quieras decirnos. Háblanos; estamos atentos a tu voz. Que tu conversación, cayendo en nuestra alma, inflame nuestra voluntad para que se lance fervorosamente a obedecerte»[3].
Escuchar al Señor con la disposición sincera de identificarse con Él nos lleva a aceptar el sacrificio. Jesús se transfigura «para quitar del corazón de sus discípulos el escándalo de la cruz»[4], para ayudarles a sobrellevar los momentos oscuros de su Pasión.
Cruz y gloria están íntimamente unidas. De hecho, se fijó el 6 de agosto como fiesta de la Transfiguración en relación a la Exaltación de la Santa Cruz: entre ambas celebraciones transcurren cuarenta días que, en algunas tradiciones, conforman como una segunda cuaresma. Así, la Iglesia bizantina vive este periodo como un tiempo de ayuno y de contemplación de la Cruz.
José Luis Gutiérrez
Extracto del texto: Las Fiestas del Señor durante el tiempo ordinario (II)
[1] Anastasio Sinaíta, Sermón en el día de la Transfiguración del Señor(Lectio altera del Oficio de lecturas de la Liturgia de las Horas del 6 de agosto).
[2] Mt 17, 5
[3] San Josemaría, Santo Rosario, cuarto misterio de luz
[4] Misal Romano, Prefacio de la Transfiguración del Señor.
Escuchar al Señor con la disposición sincera de identificarse con Él nos lleva a aceptar el sacrificio. Jesús se transfigura «para quitar del corazón de sus discípulos el escándalo de la cruz»[4], para ayudarles a sobrellevar los momentos oscuros de su Pasión.
Cruz y gloria están íntimamente unidas. De hecho, se fijó el 6 de agosto como fiesta de la Transfiguración en relación a la Exaltación de la Santa Cruz: entre ambas celebraciones transcurren cuarenta días que, en algunas tradiciones, conforman como una segunda cuaresma. Así, la Iglesia bizantina vive este periodo como un tiempo de ayuno y de contemplación de la Cruz.
José Luis Gutiérrez
Extracto del texto: Las Fiestas del Señor durante el tiempo ordinario (II)
[1] Anastasio Sinaíta, Sermón en el día de la Transfiguración del Señor(Lectio altera del Oficio de lecturas de la Liturgia de las Horas del 6 de agosto).
[2] Mt 17, 5
[3] San Josemaría, Santo Rosario, cuarto misterio de luz
[4] Misal Romano, Prefacio de la Transfiguración del Señor.
La palabra “transfiguración” proviene de las raíces latinas trans (“a través”) y figura (“forma, aspecto”). Por lo tanto, significa un cambio de forma o apariencia.
Esto es lo que le sucedió a Jesús en el evento conocido como la Transfiguración: su apariencia cambió y se volvió gloriosa.
2. El Evangelio de Lucas pronostica la Transfiguración
En el Evangelio de Lucas 9:27, al final de un discurso a los doce apóstoles, Jesús agrega, misteriosamente: “Pues de verdad os digo que hay algunos, entre los aquí presentes, que no gustarán la muerte hasta que vean el Reino de Dios”.
Esto a menudo se ha tomado como una profecía de que el fin del mundo ocurriría antes de que la primera generación de cristianos muriera. Sin embargo, la frase “reino de Dios” también puede referirse a “la expresión externa del reino invisible de Dios”.
El reino está encarnado en Cristo mismo y, por lo tanto, podría “verse” si Cristo lo manifestara de una manera inusual, incluso en su propia vida terrenal, así como lo fue el evento de la Transfiguración.
El Papa Emérito Benedicto XVI afirmó que Jesús “argumentó convincentemente que la colocación de este dicho inmediatamente antes de la Transfiguración lo relaciona claramente con este evento”.
“A algunos, es decir, a los tres discípulos que acompañan a Jesús a la montaña, se les promete que presenciarán personalmente la venida del Reino de Dios ‘en el poder’”, agregó.
3. La Transfiguración fue presenciada por los tres discípulos principales
La Transfiguración ocurrió en presencia de los apóstoles Juan, Pedro y Santiago, los tres discípulos principales.
El hecho de que Jesús solo permitió que tres de sus discípulos presenciaran el evento pudo haber provocado la discusión que rápidamente se produjo sobre cuál de los discípulos fue el más grande (Lucas 9:46).
4. El lugar donde ocurrió la Transfiguración no se conoce con exactitud
San Lucas declara que Jesús llevó a los tres a “la montaña para orar”. A menudo se piensa que esta montaña es el Monte Tabor, en Israel, pero ninguno de los evangelios lo identifica con exactitud.
5. La Transfiguración sirvió para fortalecer la fe de los apóstoles
Según el Catecismo de la Iglesia Católica: “La Transfiguración de Cristo tiene por finalidad fortalecer la fe de los apóstoles ante la proximidad de la Pasión: la subida a un ‘monte alto’ prepara la subida al Calvario. Cristo, Cabeza de la Iglesia, manifiesta lo que su cuerpo contiene e irradia en los sacramentos: ‘La esperanza de la gloria’”.
6. El Evangelio de Lucas es el que da más detalles de este evento
San Lucas menciona varios detalles sobre la Transfiguración que otros evangelistas no hacen.
Por ejemplo, anota que esto sucedió mientras Jesús estaba orando; menciona que Pedro y sus compañeros “estaban dormidos y cuando despertaron vieron su gloria y los dos hombres que estaban con él”.
También menciona que Pedro sugirió poner tiendas mientras Moisés y Elías se iban.
7. La aparición de Moisés y Elías representan la Ley y los Profetas
Moisés y Elías representan los dos componentes principales del Antiguo Testamento: la Ley y los Profetas.
Moisés fue el dador de la Ley y Elías fue considerado el mayor de los profetas.
8. La sugerencia de San Pedro fue errónea
El hecho de que la sugerencia de Pedro ocurra cuando Moisés y Elías se están preparando para partir revela un deseo de prolongar la experiencia de la gloria. Esto significa que Pedro se está centrando en lo incorrecto.
La experiencia de la Transfiguración está destinada a señalar los sufrimientos que Jesús está a punto de experimentar. Está destinado a fortalecer la fe de los discípulos, revelándoles la mano divina que está trabajando en los eventos que Jesús sufrirá.
Pedro pierde el punto y quiere quedarse en la montaña, al contrario del mensaje que Moisés y Elías han estado exponiendo.
Como una reprensión aparente de esto, ocurre una teofanía: “Una nube vino y los cubrió con su sombra; y tuvieron miedo cuando entraron en la nube. Y una voz salió de la nube, diciendo: ‘Este es mi Hijo, mi Elegido; ¡Escúchenlo!’”.
Traducido y adaptado por Diego López Marina.
Publicado originalmente en National Catholic Register.
Por ejemplo, anota que esto sucedió mientras Jesús estaba orando; menciona que Pedro y sus compañeros “estaban dormidos y cuando despertaron vieron su gloria y los dos hombres que estaban con él”.
También menciona que Pedro sugirió poner tiendas mientras Moisés y Elías se iban.
7. La aparición de Moisés y Elías representan la Ley y los Profetas
Moisés y Elías representan los dos componentes principales del Antiguo Testamento: la Ley y los Profetas.
Moisés fue el dador de la Ley y Elías fue considerado el mayor de los profetas.
8. La sugerencia de San Pedro fue errónea
El hecho de que la sugerencia de Pedro ocurra cuando Moisés y Elías se están preparando para partir revela un deseo de prolongar la experiencia de la gloria. Esto significa que Pedro se está centrando en lo incorrecto.
La experiencia de la Transfiguración está destinada a señalar los sufrimientos que Jesús está a punto de experimentar. Está destinado a fortalecer la fe de los discípulos, revelándoles la mano divina que está trabajando en los eventos que Jesús sufrirá.
Pedro pierde el punto y quiere quedarse en la montaña, al contrario del mensaje que Moisés y Elías han estado exponiendo.
Como una reprensión aparente de esto, ocurre una teofanía: “Una nube vino y los cubrió con su sombra; y tuvieron miedo cuando entraron en la nube. Y una voz salió de la nube, diciendo: ‘Este es mi Hijo, mi Elegido; ¡Escúchenlo!’”.
Traducido y adaptado por Diego López Marina.
Publicado originalmente en National Catholic Register.