Siete ofrecimientos a la Preciosa Sangre de Jesucristo




Santo Cristo

Padre Eterno, te ofrecemos la Sangre Preciosa de Jesús derramada en la cruz y ofrecida diariamente en el altar, por la extensión de tu Iglesia, por el Papa, por los obispos, sacerdotes, religiosos y por la santificación de todo el pueblo de Dios.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre por todos los siglos de los siglos Amén.

Alabanza y gracias sean dadas siempre a Jesús, Quien con su Sangre nos salvó.


Mano Izquierda de Cristo
Padre Eterno, te ofrecemos la Sangre Preciosa de Jesús derramada en la cruz y ofrecida diariamente en el altar, para la gloria de tu Nombre, por la venida de tu Reino, y para la salvación de todos los hombres.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre por todos los siglos de los siglos Amén.

Alabanza y gracias sean dadas siempre a Jesús, Quien con su Sangre nos salvó.


Mano Derecha de Cristo
Padre Eterno, te ofrecemos la Preciosa Sangre de Jesús, derramada en la cruz y ofrecida diariamente en el altar, para la gloria de tu Nombre, por nuestras autoridades civiles, para reforzar la moral Pública, y por la paz y la justicia en todas las naciones.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en un principio ahora y siempre por todos los siglos de los siglos. Amén.


Pies de Cristo
Padre Eterno, te ofrecemos la Preciosa Sangre de Jesús, derramada en la cruz y ofrecida diariamente en el altar, por la santificación de nuestro trabajo y nuestros sufrimientos por los pobres, los enfermos, afligidos y por todos aquellos que se confían a nuestras oraciones. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre por todos los siglos de los siglos. Amén.

Alabanza y gracias sean dadas siempre a Jesús. Quien con su Sangre nos salvó.


Sangre de Cristo
Padre Eterno, te ofrecemos la Preciosa Sangre de Jesús, derramada en la cruz y ofrecida diariamente en el altar, por nuestras propias necesidades espirituales y temporales, por nuestros parientes, bienechores, y también por nuestros enemigos.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por todos los siglos de los siglos. Amén.

Alabanza y gracias sean dadas siempre a Jesús, Quien con su Sangre nos salvó.


Cuerpo y Sangre de Cristo
Padre Eterno, te ofrecemos la Sangre Preciosa de Jesús, derramada en la cruz y ofrecida diariamente en el altar, por aquellos que morirán hoy, por las almas del purgatorio, y por nuestra unión final con Cristo en la Gloria.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio hora y siempre por todos los siglos de los siglos. Amén.

Alabanza y gracias sean dadas siempre a Jesús, Quien con su Sangre nos salvó.

Gloria a la Sangre de Jesús. Ahora y por siempre. Recite diariamente a las 3 p.m.

(Tomada de las Hermanas de La Sangre Preciosa Manchester, NH.)