“Monseñor: hace algún tiempo que me ha surgido un cierto interés por las Almas del Purgatorio. ¿Nos puede hablar de ellas? Se lo agradezco mucho.” Katherine J.M. - Aurora de Heredia.Estimada Katherine, entre 1545 y 1565 tuvo lugar un Concilio ecuménico muy importante, el de Trento (Italia), en que se trataron prácticamente todos los grandes temas de nuestra fe cristiana. En su sesión 25, entre el 3 y el 4 de diciembre 1563, se trató del Purgatorio, llegando a formular el siguiente texto: “La Iglesia Católica instruida por el Espíritu Santo, habiendo enseñado en los santos Concilios y recientemente en este sínodo ecuménico (Concilio), conforme a las Sagradas Escrituras y a la antigua tradición de los Padres, que existe un Purgatorio, y que las almas retenidas en él son ayudadas por los sufragios de los fieles, en especial por el sacrificio propiciatorio del altar( la S. Eucaristía). El Santo Concilio manda a los Obispos que procuren diligentemente que la sana doctrina sobre el Purgatorio, transmitida por los santos Padres y sagrados Concilios, sea creída por los fieles cristianos, mantenida, enseñada y predicada en todas partes”.
El texto del Concilio de Trento no presenta ningún texto de la Biblia, que pueda referirse al Purgatorio, sin embargo hay varios textos con que se insinúa claramente su existencia. Así, por ejemplo, en el segundo libro de los Macabeos, 12, 43-46, leemos que Judas acabada la batalla, organizó una abundante colecta y envió lo que se había recogido al templo en Jerusalén, para que se ofreciera un sacrificio por aquellos caídos, cuyos cadáveres habían sido encontrados con amuletos, dando así signo de muy mala superstición.
El Autor sagrado, comenta: “si consideraba que una magnifica recompensa está reservada a los que “duermen” (mueren) piadosamente, el suyo,( el de Judas) era un pensamiento santo y piadoso” (Mac.12, 45). Del este texto, no sólo aparece claro que Judas Macabeo creía en la vida del más allá, sino que cabía ofrecer sacrificios para impetrar el perdón de posibles pecados, en favor de los que habían muerto.
Además del texto apenas citado, acudimos a la afirmación de Jesús que encontramos en el Evangelio de San Mateo 12,31-32:”Todo pecado y blasfemia se perdonará a los hombres, pero la blasfemia en contra del Espíritu, no será perdonada. Y al que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le perdonará; pero al que la diga contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este mundo ni en el otro. “
Los Santos Padres (a saber, los Autores cristianos de primeros siglos), interpretaron esta afirmación de Jesús, diciendo justamente que en el “otro mundo” hay pecados que son perdonados, con tal que no sean contra el Espíritu Santo. En tal caso, la expresión “otro mundo”, no puede indicar ni el Paraíso, ni el Infierno, sino sólo lo que llamamos Purgatorio.
Es reconfortante constatar que desde muy pronto los cristianos oraban y ofrecían Misas por las almas del Purgatorio. El autor cristiano, Tertuliano, quien vivió entre 160 y 240, dejó el siguiente interesante testimonio: “ofrecemos sacrificios por los muertos una vez al año, como si celebráramos su onomástico”. Y en otro texto: “La viuda fiel hace oración por el alma de su esposo difunto, pidiendo por el refrigerio y compañía con ella después de resucitados”.
De su parte, S. Agustín en su famoso libro “Las Confesiones “, nos recuerda lo que dijo su mamá, Sta. Mónica, pocas horas antes de expirar: “entierra este cuerpo en donde quieras, no te aflija en modo alguno su cuidado. Lo que sí te encarezco es que donde quiera que estés, te acuerdes de mí ante el altar del Señor “(11-27).
El mismo S. Agustín en otra obra suya, “La Ciudad de Dios”, con tono un poco irónico escribió: “Hay muchos que salen de esta vida ni tan malos que no merezcan ser mirados con misericordia, ni tan buenos que tengan derecho a entrar enseguida a gozar de la bienaventuranza”.
¡Confiemos pues, en la misericordia de Dios, pero a la vez no nos creamos tan buenos que no debamos pasar por el Purgatorio!
Y como con nuestras oraciones y nuestros sufragios podemos ayudar a nuestros hermanos difuntos, a quienes con cariño llamamos Almas del Purgatorio, que ellas intercedan por nosotros para que tengamos una vida cada vez más cristiana.
El Purgatorio ¿Es bíblico o un invento de la Iglesia?
Reflexiones sencillas entorno a la reencarnación, desde una perspectiva bíblica.
En una sociedad y en un país donde hay muchas creencias diferentes sobre religión, es común que muchas personas católicas se sientan atacadas o cuestionados sobre su fe y algo que comúnmente quieren saber es porqué creemos en el purgatorio y si es algo con bases bíblicas. Veamos cuatro razones del por qué creer en él.
1.- Una enseñanza fundamentada en la Palabra de Dios.
Lo primero que hay que mencionar, es que hay pasajes bíblicos que hablan muy claramente sobre la realidad del purgatorio. Uno de ellos, y tal vez el principal, es cuando el Apóstol San Pablo nos habla sobre el día del juicio y sobre qué pasará con aquellas personas que tuvieron fe y sirvieron a Dios, pero que su obra no fue tan buena, él lo explica así:
«Un día se verá el trabajo de cada uno. Se hará público en el día del juicio, cuando todo sea probado por el fuego. El fuego, pues, probará la obra de cada uno. Si lo que has construido resiste el fuego, será premiado. Pero si la obra se convierte en cenizas, el obrero tendrá que pagar. Se salvará pero no sin pasar por el fuego». 1Cor 3,13-15
Notemos dos aspectos fundamentales de lo que San Pablo quiere enseñar acerca de un creyente en Dios: en primer lugar afirma que si la obra resiste al ser examinada la persona se salvará, en este caso se está refiriendo a un cristiano que va directamente a salvarse, sin necesidad de pasar por una purificación. Pero, inmediatamente agrega que hay otra situación donde la obra de la persona no resistió el juicio y no dice que se va a condenar, sino que ese cristiano tendrá que pagar o ser castigado y se salvará, pero como quien pasa por el fuego.
Esto es precisamente el purgatorio, una purificación que algunos necesitarán para poder disfrutar plenamente de la amistad eterna con Dios.
No es un invento de la Iglesia como lo dicen algunos, sino la clara enseñanza de la Biblia por medio del Apóstol San Pablo que usa la figura de «salir, pagar, castigar o escapar a través del fuego» para enseñar acerca de la purificación.
Así está escrito en todas la Biblias del mundo, en palabras muy similares. A esta realidad que la Sagrada Escritura nos muestra le llamamos purgatorio = purificación. Que esta palabra no venga en la Biblia no nos interesa, pues tampoco viene la palabra «Trinidad» ni «Encarnación» y el protestante las acepta.
Lo que importa no es la palabra, sino la realidad de lo que significa, y en ese aspecto el Purgatorio está muy claro en la Sagrada Escritura.
2.- En el cielo no entrará nada manchado.
Al seguir estudiando la Biblia sobre este tema, encontraremos que la existencia del purgatorio es una consecuencia lógica de la Santidad de Dios, pues si Él es el tres veces santo(Is 6,3) o sea la plenitud de la santidad y perfección, entonces quienes estén junto a Él también deben de serlo(Mt 5,48), por eso, quien es fiel a Dios, pero no se encuentra en un estado de gracia plena a la hora de morir, no puede disfrutar del cielo porque la misma Biblia dice que en la ciudad celestial: «No entrará nada manchado (impuro)» Ap 21,27
Entonces, si un cristiano no puede entrar al cielo por tener alguna mancha o impureza, ni tampoco sufrir el castigo eterno, es claro que tendrá que ‘pagar’ en esta vida o en la otra. Esto está escrito en la Biblia:
«Al que calumnie al Hijo del Hombre se le perdonará; pero el que calumnie al Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este mundo ni en el otro» Mt 12,32.
Aquí Nuestro Señor Jesucristo habla de que hay pecados que no son perdonados en la otra vida; por lo tanto, hay otros que sí, ese es el sentido de la purificación o sufrimiento en el purgatorio y del porqué nosotros podemos orar (pedir) y ofrecer la Misa por ellos para que Dios tenga misericordia de esos hermanos difuntos que la necesiten, como el caso de Oniséforo mencionado en la Biblia (2 Tim1,16-18).
3.- Desde los primeros siglos los cristianos creemos en su existencia.
El purgatorio como estado temporal de purificación fue creído desde el principio por los primeros cristianos que destacaron por su fe y santidad y a los cuales se les llama ‘Padres de la Iglesia’, conozcamos lo que dijeron algunos de ellos sobre este tema:
* Año 211. Tertuliano: «Nosotros ofrecemos sacrificios por los muertos…»
* Año 307. Lactancio: «El justo cuyos pecados permanecieron será atraído por el fuego (purificación)…»
* Año 386. Juan Crisóstomo: «No debemos dudar que nuestras ofrendas por los muertos les lleven un cierto consuelo…».
* Año 580. Gregorio Magno: «Respecto a ciertas faltas ligeras, es necesario creer que, antes del juicio, existe un fuego purificador…».
Como te darás cuenta el testimonio histórico de ellos es de gran valor, pues de esta manera cualquier persona puede comprobar por sí misma buscando una biblioteca en los libros de historia del cristianismo donde ellos hablaban sobre esta enseñanza de la purificación=purgatorio.
4.- ¿Qué es el purgatorio?
Más que un lugar físico, es un estado de vida temporal para la persona que muere en gracia de Dios pero imperfectamente purificada, y donde, mediante el sufrimiento, se es purificado para disfrutar plenamente de la presencia de Dios. Es una persona salvada que vive en el amor de Dios y la salvación pero no de una manera plena.
El caso del malhechor al que Jesús le dice que estará con él en el paraíso, nos muestra que esa purificación en el sufrimiento algunos la tendrán aquí y otros la tendrán en la otra vida como lo menciona San Pablo (1 Cor 3,13-15) y que hemos comprobado en este tema.
No se trata de pensar en llamas, sino en un tipo de sufrimiento por no tener plenamente a la persona que más nos ama en el mundo: Dios.
Cualquier persona que haya amado a un ser querido y que por alguna circunstancia la deja de ver por una temporada sabe del sufrimiento de no poder disfrutar por un tiempo del amor de esa persona. Sabe que está viva, que lo ama y que lo volverá a ver, pero al no tenerlo plenamente cerca experimenta alegría y a la vez un dolor y deseo de tenerlo cerca por siempre, cara a cara. Algo similar, pero de mayor intensidad y forma será la ‘purificación’.
Así que estimado hermano, cuando muchos hermanos protestantes dicen que el purgatorio es un invento de la Iglesia simplemente lo dicen porque desconocen lo que la Biblia y la historia nos dice sobre ese aspecto.
Muchos de ellos se salieron de la Iglesia Católica sin conocer la Biblia y ahora siguen allá igual, sin conocimiento de la misma. La leen mucho, pero la entienden poco. Lo peor es que el católico no la entiende nada, porque ni siquiera la lee. Qué increíble. Ya es tiempo de corregir esto.
Ánimo, estudia más la Palabra de Dios y decídete a luchar por ser un auténtico cristiano.
Dios te bendiga y gracias por tu pregunta.
Autor: Martin Zavala M.P.D.
Fuentes: Defiendetufe.org
apologética católica
Es reconfortante constatar que desde muy pronto los cristianos oraban y ofrecían Misas por las almas del Purgatorio. El autor cristiano, Tertuliano, quien vivió entre 160 y 240, dejó el siguiente interesante testimonio: “ofrecemos sacrificios por los muertos una vez al año, como si celebráramos su onomástico”. Y en otro texto: “La viuda fiel hace oración por el alma de su esposo difunto, pidiendo por el refrigerio y compañía con ella después de resucitados”.
De su parte, S. Agustín en su famoso libro “Las Confesiones “, nos recuerda lo que dijo su mamá, Sta. Mónica, pocas horas antes de expirar: “entierra este cuerpo en donde quieras, no te aflija en modo alguno su cuidado. Lo que sí te encarezco es que donde quiera que estés, te acuerdes de mí ante el altar del Señor “(11-27).
El mismo S. Agustín en otra obra suya, “La Ciudad de Dios”, con tono un poco irónico escribió: “Hay muchos que salen de esta vida ni tan malos que no merezcan ser mirados con misericordia, ni tan buenos que tengan derecho a entrar enseguida a gozar de la bienaventuranza”.
¡Confiemos pues, en la misericordia de Dios, pero a la vez no nos creamos tan buenos que no debamos pasar por el Purgatorio!
Y como con nuestras oraciones y nuestros sufragios podemos ayudar a nuestros hermanos difuntos, a quienes con cariño llamamos Almas del Purgatorio, que ellas intercedan por nosotros para que tengamos una vida cada vez más cristiana.
El Purgatorio ¿Es bíblico o un invento de la Iglesia?
Reflexiones sencillas entorno a la reencarnación, desde una perspectiva bíblica.
Pregunta:Respuesta:
Yo quisiera saber lo siguiente: El purgatorio, ¿Es un invento de la Iglesia Católica para hacer dinero o es una enseñanza de la Biblia que los cristianos debemos creer?
En una sociedad y en un país donde hay muchas creencias diferentes sobre religión, es común que muchas personas católicas se sientan atacadas o cuestionados sobre su fe y algo que comúnmente quieren saber es porqué creemos en el purgatorio y si es algo con bases bíblicas. Veamos cuatro razones del por qué creer en él.
1.- Una enseñanza fundamentada en la Palabra de Dios.
Lo primero que hay que mencionar, es que hay pasajes bíblicos que hablan muy claramente sobre la realidad del purgatorio. Uno de ellos, y tal vez el principal, es cuando el Apóstol San Pablo nos habla sobre el día del juicio y sobre qué pasará con aquellas personas que tuvieron fe y sirvieron a Dios, pero que su obra no fue tan buena, él lo explica así:
«Un día se verá el trabajo de cada uno. Se hará público en el día del juicio, cuando todo sea probado por el fuego. El fuego, pues, probará la obra de cada uno. Si lo que has construido resiste el fuego, será premiado. Pero si la obra se convierte en cenizas, el obrero tendrá que pagar. Se salvará pero no sin pasar por el fuego». 1Cor 3,13-15
Notemos dos aspectos fundamentales de lo que San Pablo quiere enseñar acerca de un creyente en Dios: en primer lugar afirma que si la obra resiste al ser examinada la persona se salvará, en este caso se está refiriendo a un cristiano que va directamente a salvarse, sin necesidad de pasar por una purificación. Pero, inmediatamente agrega que hay otra situación donde la obra de la persona no resistió el juicio y no dice que se va a condenar, sino que ese cristiano tendrá que pagar o ser castigado y se salvará, pero como quien pasa por el fuego.
Esto es precisamente el purgatorio, una purificación que algunos necesitarán para poder disfrutar plenamente de la amistad eterna con Dios.
No es un invento de la Iglesia como lo dicen algunos, sino la clara enseñanza de la Biblia por medio del Apóstol San Pablo que usa la figura de «salir, pagar, castigar o escapar a través del fuego» para enseñar acerca de la purificación.
Así está escrito en todas la Biblias del mundo, en palabras muy similares. A esta realidad que la Sagrada Escritura nos muestra le llamamos purgatorio = purificación. Que esta palabra no venga en la Biblia no nos interesa, pues tampoco viene la palabra «Trinidad» ni «Encarnación» y el protestante las acepta.
Lo que importa no es la palabra, sino la realidad de lo que significa, y en ese aspecto el Purgatorio está muy claro en la Sagrada Escritura.
2.- En el cielo no entrará nada manchado.
Al seguir estudiando la Biblia sobre este tema, encontraremos que la existencia del purgatorio es una consecuencia lógica de la Santidad de Dios, pues si Él es el tres veces santo(Is 6,3) o sea la plenitud de la santidad y perfección, entonces quienes estén junto a Él también deben de serlo(Mt 5,48), por eso, quien es fiel a Dios, pero no se encuentra en un estado de gracia plena a la hora de morir, no puede disfrutar del cielo porque la misma Biblia dice que en la ciudad celestial: «No entrará nada manchado (impuro)» Ap 21,27
Entonces, si un cristiano no puede entrar al cielo por tener alguna mancha o impureza, ni tampoco sufrir el castigo eterno, es claro que tendrá que ‘pagar’ en esta vida o en la otra. Esto está escrito en la Biblia:
«Al que calumnie al Hijo del Hombre se le perdonará; pero el que calumnie al Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este mundo ni en el otro» Mt 12,32.
Aquí Nuestro Señor Jesucristo habla de que hay pecados que no son perdonados en la otra vida; por lo tanto, hay otros que sí, ese es el sentido de la purificación o sufrimiento en el purgatorio y del porqué nosotros podemos orar (pedir) y ofrecer la Misa por ellos para que Dios tenga misericordia de esos hermanos difuntos que la necesiten, como el caso de Oniséforo mencionado en la Biblia (2 Tim1,16-18).
3.- Desde los primeros siglos los cristianos creemos en su existencia.
El purgatorio como estado temporal de purificación fue creído desde el principio por los primeros cristianos que destacaron por su fe y santidad y a los cuales se les llama ‘Padres de la Iglesia’, conozcamos lo que dijeron algunos de ellos sobre este tema:
* Año 211. Tertuliano: «Nosotros ofrecemos sacrificios por los muertos…»
* Año 307. Lactancio: «El justo cuyos pecados permanecieron será atraído por el fuego (purificación)…»
* Año 386. Juan Crisóstomo: «No debemos dudar que nuestras ofrendas por los muertos les lleven un cierto consuelo…».
* Año 580. Gregorio Magno: «Respecto a ciertas faltas ligeras, es necesario creer que, antes del juicio, existe un fuego purificador…».
Como te darás cuenta el testimonio histórico de ellos es de gran valor, pues de esta manera cualquier persona puede comprobar por sí misma buscando una biblioteca en los libros de historia del cristianismo donde ellos hablaban sobre esta enseñanza de la purificación=purgatorio.
4.- ¿Qué es el purgatorio?
Más que un lugar físico, es un estado de vida temporal para la persona que muere en gracia de Dios pero imperfectamente purificada, y donde, mediante el sufrimiento, se es purificado para disfrutar plenamente de la presencia de Dios. Es una persona salvada que vive en el amor de Dios y la salvación pero no de una manera plena.
El caso del malhechor al que Jesús le dice que estará con él en el paraíso, nos muestra que esa purificación en el sufrimiento algunos la tendrán aquí y otros la tendrán en la otra vida como lo menciona San Pablo (1 Cor 3,13-15) y que hemos comprobado en este tema.
No se trata de pensar en llamas, sino en un tipo de sufrimiento por no tener plenamente a la persona que más nos ama en el mundo: Dios.
Cualquier persona que haya amado a un ser querido y que por alguna circunstancia la deja de ver por una temporada sabe del sufrimiento de no poder disfrutar por un tiempo del amor de esa persona. Sabe que está viva, que lo ama y que lo volverá a ver, pero al no tenerlo plenamente cerca experimenta alegría y a la vez un dolor y deseo de tenerlo cerca por siempre, cara a cara. Algo similar, pero de mayor intensidad y forma será la ‘purificación’.
Así que estimado hermano, cuando muchos hermanos protestantes dicen que el purgatorio es un invento de la Iglesia simplemente lo dicen porque desconocen lo que la Biblia y la historia nos dice sobre ese aspecto.
Muchos de ellos se salieron de la Iglesia Católica sin conocer la Biblia y ahora siguen allá igual, sin conocimiento de la misma. La leen mucho, pero la entienden poco. Lo peor es que el católico no la entiende nada, porque ni siquiera la lee. Qué increíble. Ya es tiempo de corregir esto.
Ánimo, estudia más la Palabra de Dios y decídete a luchar por ser un auténtico cristiano.
Dios te bendiga y gracias por tu pregunta.
Autor: Martin Zavala M.P.D.
Fuentes: Defiendetufe.org
apologética católica